Algunas personas se muestran paralizadas, pasivas y culpables frente a situaciones adversas. No necesariamente tienen por qué ser situaciones traumáticas o dramáticas, pueden ser conflictos, contrariedades o desavenencias en las relaciones.

Estas respuestas paralizantes se desarrollan cuando las personas se exponen a situaciones que pueden ser percibidas como aversivas e incontrolables, en las que su conducta no tiene las consecuencias o resultados efectivos esperados:

«haga lo que haga nada cambiará»

Dicha conducta se denomina en psicología cognitiva indefensión aprendida y se define como la sensación de falta de control ante los conflictos y las respuestas pasivas y/o sumisas para enfrentarse a ellos.

Esta indefensión está modulada por ciertas atribuciones que la persona se hace así misma. Normalmente, experimenta malestar si estas atribuciones son estables y generales, un ejemplo de ello sería:

«yo soy el tipo de persona que SIEMPRE tiene problemas por su torpeza y NUNCA va a conseguir salir adelante». «SIEMPRE soy un desastre en las relaciones de pareja y NUNCA podré ser feliz». «NADA lo hago bien por eso la gente SIEMPRE me lleva la contraria».

La interpretación de tales situaciones adversas desempeña un papel fundamental en la conducta de las personas

A mayor indefensión mayor probabilidad de sentir culpabilidad y falta de control. Por lo tanto, las atribuciones efectuadas hacia sí mismas serán más negativas y desadaptativas.

Desde la intervención psicoterapéutica se acompaña a las personas para ayudarles a percibirse así mismas de forma que puedan valorar la vida y aumentar la capacidad de control sobre los recursos de su entorno, sabiéndose queridas por las personas que las respetan y rodean.

De nuevo, como es habitual en mis artículos, el apoyo y el cariño de las personas importantes de nuestra vida es el salvoconducto principal para salir de situaciones paralizantes graves (situaciones de maltrato y violencia psicológica y física, maltrato laboral, estrés laboral, relaciones dependientes insanas y abusivas u otros conflictos relacionales…)

Por lo tanto, frente a la indefensión aprendida las respuestas más efectivas y adaptativas serían:

  • APRECIO POR SU PROPIA VIDA
  • PERCIBIRSE COMO VALIENTE: CAPAZ DE CONTROLAR LOS RECURSOS DE SU ENTORNO
  • VALORAR LA VIDA
  • SABERSE QUERIDA POR LAS PERSONAS IMPORTANTES QUE RODEAN Y RESPETAN SU VIDA (EN NEGRITA)

Psicología y Educación Social

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