Aceptando de forma flexible la ansiedad y sus síntomas como parte de lo connatural en el ser humano.
Nuestra cultura de la Felicidad concibe el dolor humano como algo a evitar y controlar. Es decir, niega el dolor propio de las dificultades de nuestra vida cotidiana. Por ello, el control como estrategia para evitar y eliminar el malestar asociado a la ansiedad constituye en la actualidad un problema más que una solución a su mejoría. Por lo tanto, las consecuencias relacionadas con el control y la evitación experiencial y emocional conllevan un sufrimiento añadido en las personas con síntomas de ansiedad. Con ello, debido a tal evitación, las personas evitan vivir una vida significativa a cambio de controlar dichos síntomas. Esto tiene el riesgo de convertirse en un bucle pernicioso e incluso una forma de vivir o más bien de “malvivir”.
Ayudar a las personas a gestionar la ansiedad comienza con la comprensión y aceptación de las circunstancias contextuales que la causa. La ansiedad es un estado de ánimo y como tal, es circunstancial, es decir, es debida a la interacción individuo – ambiente. Entender esto permitirá a la persona tomar la perspectiva necesaria para valorar y modificar, flexible y constructivamente, dicho contexto actuando en consecuencia y evitando personalizar los síntomas como algo que forma parte solo y exclusivamente de sí misma en forma de autoexigencias, autocríticas exageradas y catastrofistas.
A partir de aquí, y mediante un acompañamiento psicoterapéutico profesional, se aportarán herramientas que permitan a la persona manejar adecuadamente los síntomas relacionados con la ansiedad y que muchas veces alarman a las personas por su sintomatología fisiológica (reestructuración cognitiva, entrenamiento en relajación, mindfulness, entrenamiento en habilidades sociales, exposición a los estímulos temidos, técnicas de solución de problemas, autoinstrucciones basadas en la realidad de los hechos y las circunstancias…). Estas técnicas se centrarán en trabajar los temores, sensaciones y preocupaciones de la percepción de impotencia e incapacidad para afrontar aquellas situaciones que aumenten tales síntomas.
«Técnicas para afrontar la ansiedad» María Jesús Escaso
Psicología sanitaria y Educación Social
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